La comida es rica, sin duda alguna, he probado el pato, los currys, el salmón, los calamares apanados, las gyosas al vapor, tenders de pollo con limón y el satay de lomo/cordero. Recomendado el postre de chocolate. Unos platos mejores que otros, la sazón es bien asiática en cuanto a la cantidad de condimentos, como todo restaurante de Marriott es muy bueno el ambiente pero honestamente hace falta el plato que me descreste.