Una heladería que propone unos nuevos sabores no convencionales y que se ven atractivos. Mi primera impresión fue que no entendía muy bien el menú así que tuve que pedir explicaciones. Al final terminé solicitando una galleta con helado de chocorramo que estaba de bien sabor. En mi impresión el helado no es del otro mundo y la galleta tampoco. Y tengan cuidado porque la competencia esta muy fuerte en heladerías. Lo único sorprendente fue ver un helado de aguacate. La atención es buena pero los empleados son un poco relajados con el tema de salubridad. El lugar aunque es lindo insisto que es muy pequeño y los domingos permanece lleno lo cual impide disfrutar cómodamente el helado.