Es un restaurante mexicano con una carta de botanas y tacos muy completa. Los ingredientes en general se sienten muy bien y la preparación de todo es muy artesanal lo cual le da una plus a la comida. Me gustó mucho los nachos y las salsas al igual que el guacamole. Las flautas estaban bien pero nada del otro mundo. Mi plato favorito fue la cazuela de chorizo verde. Las bebidas bien esforzadas y mucha opciones para disfrutar. La atención muy amable pero definitivamente no hay que ir un domingo por que es imposible conseguir mesa. El lugar muy agradable y bien decorado pero mucho calor para mi gusto. Volveré un día que este lleno.