He ido a desayunar unas cuatro veces y puedo decir que la comida me gusta mucho. Es fresca y tiene opciones muy saludables. Recomiendo la arepa de quinoa, las frutas y los quesos. La otra cara de la moneda es el servicio, realmente es muy lento y la actitud de los meseros es pésima, el espacio es estrecho y he salido oliendo a comida siempre. Lo salva su gastronomía!