Este es uno de esos sitios que respeta la esencia de la cocina vallecaucana y entrega lo que promete. Las porciones son generosas, casi que para compartir, el Sancocho, las marranitas, el aborrajado y el Champús son parte del menú que no pueden dejar de probar. El ambiente es ta agradable, pero algo incómodo si se va en grupos de más de 8 personas, aún asi el servicio es muy bueno y el personal es bastante amable y atento.