Los platos son medidos, para alguien de buen apetito no es la mejor opción, los platos fuertes como los ravioli, linguini parecen entradas, la lasagna bien preparada pero les falta algo de sazón, la comida es buena pero le sigue faltando ese algo que atrape que lo desconecte a uno de las demás cosas y solo piense en el sabor.