Del viejo y el nuevo Criterión queda lo mejor y lo peor! Amo Criterión, no me mal interpreten, amo su maravilloso producto, sobre todo eso!, la calidad de sus ingredientes y la impecable ejecución de sus técnicas en la cocina que aseguran que un plato sea siempre lindo, bueno y constante en el tiempo!. Por esto los Rausch se merecen mi total respeto. Lo malo?, el ambiente del restaurante nunca me ha hecho querer pasar noches interminables allí, tal vez sea ese ambiente acalorado en el que comer en la tibieza o catar un vino lleno de olores vecinos se vuelve un verdadero reto al paladar. La remodelación le dió una onda muy barroca y recargada que no me incomoda pero no me mata, pero vuelvo y digo, siempre volveré para comer muy bien! .. Aunque con unos precios más costosos que Londres amo el clásico soft shell crab, el mero y la bouillabaisse de siempre!, la hermosa langosta preparada al vacío y un buen duo de cordero reciente en la carta lleno de sabores árabes y marroquíes!