Nunca había tenido un experiencia así de mala en un restaurante. La comida fatal! Pedimos el salmón, la pasta vegetariana, el boliche y las chatas en salsa de vino. La verdad no supimos cual estaba peor. El servicio pésimo las meseras no están entrenadas.. Hasta el punto que no saben la diferencia entre chimichurri y mojo. El ambiente fue una tortura, nos tocó un conjunto en vivo, pero el baterista no daba pie con bola y nos torturó durante una hora con un estruendo sin compás. Resumen: Caro, pésimo, lejos y además toca reservar. De verdad evitese la molestia.