Uno con cerezas y otro con macadamia, ambos son un torrente de azúcar que empalaga y después de una par de bocados empiezan a repugnar. No diría que son feos pero para un brownie de 7 lukas, más pequeño que cualquiera de bolsa comercial, esperaba mucho más. El sitio es pequeño por tanto carece de ambiente y el precio de los productos hace que la relación precio/calidad baje mucho. Un brownie puede ser para dos personas con un café fuerte o una botella de agua para compensar toda el azúcar con que logran esta pasta con que los hacen.