El servicio es excelente. La comida muy saludable y es rica, no había probado antes este tipo de comida pero me encantó. El ambiente en cuanto a estética es regular, sin embargo tiene una vitrina con cosas muy representativas de la cultura propia de Israel. No obstante es de esos pocos lugares en los que sientes una paz y tranquilidad inconfundible desde q llegas, es muy relajante comer allí :).