Aunque tu primera impresión buscando el sitio es que te equivocaste de calle, al entrar empiezas a sentir la magia del lugar. La atención del sommelier es muy buena y los platos ni se diga. Muy buena la entrada de pulpo y chorizo español y las alcachofas a la romana , pero la mejor calificación se la llevan los canelones de ricotta y espinaca, simplemente espectaculares.