Falta pelo para moña... Este restaurante cuenta con un chef motivado a ofrecer una alternativa informal, pero sofisticada de sabores y productos colombianos. Creo que va por buen camino, pero aún le falta ofrecer la gran cantidad de sabores marcados que ofrece nuestro país. Los dos ceviches de la carta muy promedio, pero las croquetas deliciosas. Las carnes, el pescado y el caldo de carne sin sabores marcados por la sobre cocción. El cerdo muy bueno. Los postres, una gran sorpresa. Sencillamente espectaculares. El servicio caótico, no dan abasto y los tiempos muy lentos. Sin embargo le veo futuro a la creatividad y motivación del chef y volveré Falta de sabor