Un precio alto Este restaurante tiene un excelente servicio. Claramente tiene un diferencial en ese aspecto. La atención es muy buena y se percibe una calidez genuina. El ambiente es muy agradable, algo recargada la decoración, pero permite transportarse a cualquier villa francesa. Sin embargo la comida está en una zona gris entre buena y regular. Es de esos sitios donde uno no sale convencido del todo. La comida tradicional francesa no es compleja de cocinar, pero requiere una gran técnica y sazón que no encuentro del todo en este lugar. Dicho lo anterior este lugar tiene un importante agravante y es el precio. Este restaurante es muy costoso vs la oferta gastronómica. Las entradas están en promedio en $25,000 y los platos fuertes $50,000. A estos precios tiendo a ser muy exigente con la comida y no me termina de cerrar el lugar. Tal vez con un precio un 30% más económico podría ser más benévolo. Pedimos de entrada unas alcachofas y espárragos con queso, un tartar de lomo y un queso camembert. De plato fuerte unos mejillones con crema al hinojo y un lomo a la pimienta. Todos ellos los calificaría con un 3 sobre 5. Creo que el problema de este sitio es evidente ya que solo habían 3 mesas ocupadas en todo el restaurante un sábado a la 1:30pm. Sin embargo creo que la solución es clara: Una reducción de precios y un refuerzo en la técnica y el sabor.

• 
• 
• 
•