Nunca había ido con el propósito de comer, ya que siempre buscaba tomarme un cóctel y fumar narguile, sin embargo, el sábado en la noche probé una picada muy buena que me demostró que Gyros funciona como restaurante, me gustó tanto que volveré. Pero esta vez no iré en plan cócteles sino única y exclusivamente para deleitarme con las preparaciones árabes que muestra la carta.