Por fortuna aumentaron el tamaño de la pizza pues antes era diminuta, ahora el tamaño es decente y acorde al precio. Este pequeñisimo sitio de unas 8 mesas a lo largo de un corredor hace que el máximo de personas para ir sean 4, un quinto quedaría en la mitad del pequeño corredor y sería muy incomodo y un sexto ni pensarlo, solo hay una mesa al fondo donde caben más personas pero hay que reservarla con bastante anticipación. El sitio es de los dueños del "Emilia Romagna" a la vuelta de la esquina y conserva su calidad. Solo hay ensaladas, antipastos y unos 8 tipos de pizza, nada más. Los ingredientes dicen importarlos todos desde Italia y los sabores son fantásticos. El sitio sufre del mismo efecto de toda la zona en cuanto a la especulación con las bebidas, por una pola nacional el costo es de 7 lukas mientras que la pizza cuesta unas 30 lukas y alcanza para satisfacer a dos personas con apetito normal. El antipasto "Vegetali al forno" delicioso aunque no creo que los pimentones sean italianos. Las meseras un tanto lentas y teniendo en cuenta lo pequeño del local la calificación del servicio baja mucho, dos pedidos por repetido porque nunca llegaron. Y el gran defecto del sitio: NO HAY bebidas calientes de ningún tipo, NO HAY café. Podrán querer que la gente evacue pronto para dar rotación rápida a las mesas ya que el sitio permanece relleno siempre, pero tener bebidas alcohólicas,que dejan mucho más dinero, y no tener café me parece un acto de profundo tacañeo. Con todo, vale para ir a comer una pizza entre dos y salir contentos.