Lástima que un restaurante que recomendé muchas veces baje su calidad sin importar las quejas de sus clientes. Ampliaron el lugar, y tomaron el segundo piso del establecimiento y bajaron por completo la calidad de la comida. Del restaurante casero y delicioso ya no queda nada. La sopa es aguada y sin sabor, la causa desapareció, el napoleon mexicano horrible. Hasta al presentación deja mucho que desear. Que pesar, me quedaba cerca a la oficina, pero la verdad, no quiero volver. Estoy en busca de otro lugar.