Es un lugar de tradición. Por parte de mi abuelo existe cierta tendencia hacia la gastronomía santandereana. Generalmente voy a desayunar, recomendado el tamal, el cordero y las arepas, que son una delicia. Observaciones: hay que mejorar la decoración del lugar y la distribución de las mesas son muy incómodas y más los fines de semana que va bastante gente. El servicio es demorado.