Llegue a este sitio después de 5 años de no ir y me llevé mas de una sorpresa. El lugar (typykos centro internacional) sigue siendo un lugar bien decorado, limpio más poco acogedor, Mi gran sorpresa fué notar como convirtieron este restaurante de nivel medio para almorzar en un corrientazo camuflado, todo empieza por el servicio lento, sin sugerencias, café o postres más una espera de 10 min para ser atendido, seguido por los cubiertos y servilletas servidos en una canasta que nada tiene que hacer en un restaurante donde el plato mas económico es de $18.000 pesos, servilletas cortadas en una hoja transparente y servidas mínimamente al mejor estilo de un restaurante barato y para finalizar un lomo de carne de $24.500 pesos que parecía de $7000, duro, mal cocinado y de lomo solo tenía el nombre. ES una pena que la administración de este sitio por ahorrar algunos pesos dañe la comida y el servicio, definitivamente no volveré. Para rescatar, la comida está bien presentada, la ensalada y guarniciones no están mal aunque algo grasosas. El lugar aunque no vive completamente lleno tiene bastantes comensales, creo yo por los sabores criollos (frijoles, ajiaco, papita y mucho arrocito) definitivamente la comidita de la tierra vende!