Todo tiempo pasado si fue mejor... Este restaurante tenía una buena oferta gastronómica hace muchos años. Sin embargo el tiempo pasa y si no se invierte en el local y en el menú, se pone en riesgo el futuro de la marca. Como muchos restaurantes con este problema, tienen una clientela fiel, pero son incapaces de atraer clientes nuevos y más jóvenes. El resultado: una bomba de tiempo. Hoy en día este restaurante está muy descuidado en una gran variedad de elementos. Solo la panadería se salva, ya que han invertido en mobiliario y sigue teniendo una gran oferta de panes, montaditos y sándwiches. El restaurante está totalmente descuidado: mobiliario en mal estado, techos deteriorados, pisos y paredes en mal estado. El menú parece un billete de $1000 muy usado (cuánto cuesta tener un menú en buen estado?) y con precios muy altos para el nivel de oferta. La verdad no entiendo qué imagen quieren reflejar, tienen un margen alto por los altos precios y el restaurante no está vacío. Además el servicio es terrible. Todas las meseras tenían una actitud muy negativa. En la entrada del restaurante tenían un aviso que buscaban meseros; espero que si contratan a alguien, tenga el mínimo nivel de servicio. El ambiente se ve afectado por el descuido del sitio y la falta de música. (tienen parlantes por todos lados de adorno). Pero lo peor fue el mal nivel gastronómico. De entrada pedimos un costoso y mal ceviche de camarón. Este sitio resaltaba en el pasado por sus paellas las cuales inclusive se pedían para llevar por su gran nivel. De eso no queda nada. Nos sirvieron una paella recalentada, la cual fue cocinada por lo menos dos días antes. Totalmente inaceptable!. Los mariscos ya estaban deshaciéndose. Si los dueños no hacen algo urgente en un par de años no van a tener clientes.