Aunque el ambiente es agradable las mesas son pequeñas, intentaron acomodar a 4 personas en una que es para dos. Nos acomodaron en La terraza y como no había nadie mas los meseros nunca pasaban por ahí. Los carpaccios no fueron nada del otro mundo, los platos fuertes estuvieron perfectos recomendados las lasagnas y el risotto marinero. El postre lo peor de la comida el tiramisu no parecía hecho en el restaurante y para nada recomendados para compartir pues son minimos.