Excelente sitio con un ambiente bastante 'hip', me recordó de un restaurante en Los Angeles. Pedí una sopa de tomate espectacular y una ensalda de calamar asado que también me gustó, a pesar de que trajo bastante aderezo. El servicio era bueno y sin problema me dejaron ingresar la bicicleta. Terminé el almuerzo con un espresso y un postre de pan de banano que fue de los mejores que he tenido en mi vida! Volveré sin duda sino solo por el pan de banano.