Mal. Creí que en Bogotá ya se había superado la época en que ir a un restaurante era un albúr. Pero no. Estube en este Fulanitos y la experiencia fué grave. Que mal servicio. Y que mal la comida. Es imperdonable que despues de mas de 1 y 1/2 hora la comida llegue fría. Y otros clientes se quejaron por lo demorado. Si la cocina no puede con la capacidad, la culpa es del dueño, por tratar de vender mas allá de sus posibilidades.