Un lugar que comenzó siendo un clásico en chia, se ha expandido a la metrópolis. Sus postres para deleitar paladares han sido participes de innumerables alegrías para aquel rincón de la avenida pradilla. El pan de mantequilla y las mantecadas son de sabor inigualable y la remodelación que sufrió hace unos años expandió su patio trasero para un parqueadero y parque de diversión. Cosas por mejorar: falta mayor atención por parte de su capital humano. Tienen que aprender que el comensal siempre tiene la razón