Es un sitio pequeño y acogedor. Es la primera vez que entro y La última. Pedimos como entrada Tahine de garbanzos, bueno pero nada espectacular, y sopa mexicana con pollo deshilachado milimetricamente e insípido, acompañada de nachos empapados de aceite, unos pocos trocitos de aguacate y queso rayado, picantisima y eso que a mi, me agrada el picante. Ah!! y lo peor el precio, $14.900= c/u. Con el valor de esta sopa entro a Crepes & wafles y pido 2 Covarachia (crema de tomate) acompañada de platanitos, aguacate, crema de leche y un delicioso toque de picante, les garantizo que es absolutamente deliciosa y tienen la misma porción. Ah!!! y otro detalle, en la cuenta aplican la propina sin preguntare al cliente si desea pagarla. Así nada funciona.