Este restaurante de solo cinco mesas es algo totalmente diferente al resto de sitios en Bogota. No hay menú, sino que a uno simplemente le van trayendo diferentes platos hasta que uno pare. Definitivamente, lo mejor son los tacos cochinita pibil, pero todas las entradas, como el ceviche de salmón y los tacos de langostino, son muy buenas. Aunque es caro, vale la pena probarlo.