Para mi gusto no es un restaurante francés. Sus especialidades son las carnes, platos como el Beef Bourgignon, una muy buena como costracho que es sellada con azúcar morena, azúcar blanca y pimienta rosada, realmente muy bien lograda; vale la pena probar el saint moritz con jerez curry y especies, que cuando le logran el punto es muy bueno; también preparan una deliciosa cazuela de cordero con cubos al sartén. Los jugos y los postres son bien logrados. Su carta de vinos parece que la trajeran pagando el doble de impuestos pues son realmente altos los precios. Un ambiente que todavía no sabría definir pero con carácter y que además goza de una buena atención a la mesa.