El servicio de este restaurante es pésimo. Tuvimos que pedir tres veces que retiraran los platos sucios que había en la mesa y que la limpiaran. Así mismo, se tomaron horas para tomar el pedido. Aunque los platos de comida son generosos, su sabor no es el mejor. Además, no son fieles a los platos tradicionales. Por ejemplo, el arroz de lentejas lo sirven frio!! Y cuándo preguntamos por qué, dijeron: porque así es. Yo estaba en compañía de una amiga libanesa que casi muere de la risa con esa respuesta. Finalmente, digamos que el ambiente podría sacar la cara por el lugar, está bien.