La comida no es nada del otro mundo, no corresponde a su precio. El servicio también es muy normalito. Al parecer es un sitio más para tomar que para comer. El Margarita si es muy bueno. Para ser un restaurante mexicano el ambiente es muy apagado, por el contrario, la decoración es excelente, muy colorida, llena de íconos mexicanos y por supuesto, de todo el tequila que uno pueda imaginarse.