Para comer es bueno. Para tapear no. Las tapas ni se acercan a las recetas originales españolas, que es lo que uno espera cuando va a un restaurante español. El sabor no es malo, pero tampoco sobresaliente.
Para comer es bueno. Para tapear no. Las tapas ni se acercan a las recetas originales españolas, que es lo que uno espera cuando va a un restaurante español. El sabor no es malo, pero tampoco sobresaliente.
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