Como sus pares en la 93 y en la 125, deja mucho que desear y muchísimo que pagar; las veces que he ido (que no son pocas) cada vez dejan más sinsabores que sabores. El punto de la langosta no ha podido su chef encontrarlo y menos las salsas en su esencia. Pescados aceptables pero los precios de su carta no justifican para la categoria que pretenden.