Comida
Servicio
Ambiente

Un sitio de extremos... O muy bueno... O muy malo Este nuevo sitio en Bogotá tiene una excelente decoración, un gran ambiente y un buen servicio, los cuales están reflejados en los $70.000 pesos promedio por comensal. (Precio que uno lo paga con gusto si la comida lo justifica!) Desafortunadamente este no es el caso... por lo menos no por ahora. Es curioso que tienen unos platos para olvidar y otros verdaderamente increíbles. En las entradas el tartar de res es insípido, los langostinos CP muy pequeños y pocos. Sin embargo, las albóndigas aún están en mi mente por su excelente preparación. Pasa lo mismo con los platos fuertes. El lomo de res con salsa verde o el linguini de langostinos y calamares generan el deseo de nunca querer volver a este sitio. Sin embargo, los raviolis rojos con ahuyama son espectaculares... es más, son inolvidables!. (Ojo es una porción pequeña y tiene que gustarle a uno el sabor de la ahuyama) El papardelle de cordero no está nada mal y volvería a pedirlos. Y tengo que aceptar que el volcán de arequipe fue revelador. Que buen postre. Diferente y delicioso! Pero un buen restaurante no puede ser una ruleta rusa donde a uno le puede ir en sueño o como en pesadilla. Tocará esperar que madure un poco este sitio para volver y ver si los destellos de buena mesa se expanden o se apagan.... En fin, un sitio de extremos.

Comida
Servicio
Ambiente
  • Torta  Caprese
  • Lomo de red con salsa verde
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