El ambiente y la decoración son bellísimos, da la sensación de estar dentro de una cava... Mucho ladrillo y botellas por doquier. Buena carta de vinos. Un pinot noir chileno bueno. La entrada de prosciutto escasa, el atun estaba congelado, el pulpo estuvo bien pero hay muchos mejores. Volveria a tomar vino pero no a comer.