Desde que uno llega al restaurante, el Chef Hernando Sanmiguel y su equipo se desbordan en atenciones, cuidando cada detalle y haciendo sentir al comensal como en casa. Se puede comer en la casa-restaurante o al aire libre en el bello jardín, donde se cultivan muchos de los ingredientes que se consumen. El pan de la casa es delicioso y se realza su sabor con aceites y vinagre balsámico. Hay diversas bebidas como vinos, jugos naturales y la deliciosa cerveza de la casa. En esta ocasión pedimos corvina y salmón a la parrilla (muy frescos) con mariscos (vieiras y langostinos), acompañados de causa y ensalada de la casa, el sabor es espectacular y único, es de lo mejor que hemos comido. Después de tan espectacular almuerzo, nada mejor que el postre de día con un buen café orgánico, en esta ocasión nos deleitaron con Crème brûlée de avellanas y postre de chocolate amargo. Este restaurante de cocina de autor es una visita obligada para todos los amantes de la buena comida, que quieran un ambiente relajado, natural y exclusivo. Nota: Hacer reservación. Tener disponibilidad de tiempo ya que los platos son preparados en el momento de ser solicitados, pero la corta espera es recompensada con una comida increíble. Bon Appétit!!!

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