Este es un restaurante muy promedio. Las entradas son pobres y los acompañamientos de los platos fuertes también. Los cortes de la carne son aceptables. El servicio muy regular y el ambiente de la sede del parque de la 93 o de la Zona G recuerda al de una cafetería de hospital. Existe la opción de comprar carne para cocinar en casa. Pero de nuevo... Una carne apenas aceptable...