Este es el caso de otro clásico bogotano que tiene mucha historia a sus espaldas, pero que los dueños no han querido invertirle recursos para mantenerlo al nivel de su época dorada. Hace más de una década podría ser uno de los mejores restaurantes de carne de Bogotá; hoy en día puede ser una alternativa si uno se encuentra en la zona y quiere comer unas entradas y carne aceptables. Eso si, se recomienda tener mucha paciencia ya que el servicio es muuuuuy lento...