Muy bien ubicado sobre el parque de la 93, el servicio es amable pero no muy esmerado, nos ubicamos al interior. Hay un televisor que le resta clase. Pedimos los platos insignia. La langosta pompidur esta bien preparada pero debes tener mucha hambre para acabarla, la sopa de mariscos esta bien. Pero no me parece una buena relación calidad precio la sensación de ambos platos es pesades y ligeramente salados. El arroz de coco estaba quemado.

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