Ubicado en el barrio La Candelaria, es ideal para una parada en el recorrido por sus galerías de arte o sitios históricos de Bogotá. La comida es muy buena y la atención al punto. El ambiente algo agitado por el tránsito de personas en el Museo del Banco de la República. Ideal para los turistas de la zona o personal de las oficinas gubernamentales que quedan por allí.