Buen ambiente y atendido amablemente. Unos panecillos de cortesía. Jugo natural de guanabana y un vino blanco Chardonnay. Entradas tradicionales como las berenjenas con zucchini apanadas y Keftedes o bolitas de carne con hierbabuena, excelentes. El pernil de cordero Arni Furnu con orégano y salsa de limón muy rico. De postre un tradicional Baklava y para cerrar un buen macchiato. Vale la pena repetir.