Siempre fila para entrar pero avanza rápido. La atención esmerada y amable. Bebidas varias, un blanco de verano, un batido “alegría” y una cerveza. De entrada unas pitas variadas muy ricas. Las creppes de stroganoff, vegetariana y camarones excelentes! De postre un tartufo de avellana maravilloso y un cono de helado arequipe y ron pasas bueno. Café capuchino y machiatto para el cierre. Buena experiencia.