En realidad fue una historia de amor con sus dificultades y todo. Trato de ser objetivo en la crítica. La primera recomendación, hagan reserva, si no la hacen y llegan a esperar NUNCA acepten que los pongan "mientras" en la barra. Dicho esto, a lo que vinimos. El ambiente no tiene queja, la música permite hablar, está muy bien diseñado y ornamentado, pueden sacar fotos lindas. El servicio en mesa es atento, velocidad promedio, punto a favor: se redimen si han cometido errores con una cortesía (la de nosotros fue un postre de mascarpone y chocolate exquisito). Cocktail recomendado Amore Julep, una perfecta combinación de vodka jengibre maracuyá, picantico, refrescante. Sopa di Pomodoro de las mejores aunque poco queso, cantidad justa. El rissoto di Mari es recomendable, cremoso, generoso en frutos del mar pero ojo un poco pasado de picante 🌶️ tener cuidado. Finalmente nos fuimos contentos, volveremos pero con reserva.

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