La verdad sea dicha desde que entramos al restaurante, si bien limpio y organizado solo se percibía el olor fuerte de aceite (quemado o de mala calidad). Todos los fritos que pedimos confirmaron lo que ya habíamos percibido. Pedimos mote de queso, nada que ver. La verdad llegamos con mucha ilusión, salimos totalmente desilusionados.