Es la nueva sede justo en frente de la plaza de Usaquén, el local es amplio, la decoración es linda y el ambiente agradable pero como le entra tanta luz natural, en un día soleado puede ser bastante caliente. El menú tiene opciones para todos los gustos, incluso hay platos vegetarianos y veganos. También ofrecen brunch y pastelería variada. La comida está bien sin ser nada extraordinario. Podrían mejorar en el servicio y en la disponibilidad de productos pues varios estaban agotados y nos hicieron la aclaración de que quedaban pocas unidades en otros.