Teniendo las expectativas creadas por el restaurante original en Medellín, este no defrauda. Sin ser extraordinaria, la comida es bastante buena, llena de sabor, con porciones generosas y precios cero pretenciosos. Su especialidad es la comida mediterránea, se destacan sus opciones de pizza y pasta. El ambiente es tranquilo y muy bien iluminado y decorado. El servicio no es terrible pero podría mejorar al igual que la ventilación ya que los hornos de pizza hacen que se concentre el calor. Tienen terraza Pet friendly :) Recomendado: Queso camembert con miel y pesto. Risotto con pesca blanca.