Es un sitio muy bonito con excelente vista, y su ambiente es chévere. El servicio un poco malo, y si no te dan una mesa contra la pared vas a estar muy incómodo todo el tiempo. Pero no volvería es por la calidad-precio. La comida es bastante costosa para lo que dan, pedí una hamburguesa de 42 mil que se come en 4 bocados y su sabor es muy normalito. Los cocteles igual, costosos, pequeños y casi imperceptible el alcohol. Fuimos 7 personas, a ninguno le pareció rica la comida ni cócteles.