Me dijo amiga que si visitaba Medellín, tenía que ir a Alambique y eso hice. Un lugar súper acogedor y con un estilo súper minimalista. Me encanto todo lo que probé desde las entradas hasta sus platos principales. Las bebidas muy ricas y lo que me encantó fue lo bien que uno se la pasa ahí. Sin duda tengo que regresar por más!