El ambiente de noche mejor que el de día, vista espectacular de la ciudad casi 360•, rollos deliciosos todos aunque falta agregarle más cositas a la carta que no sean sushi. Todo esto es increíble pero lo daña un pésimo servicio, lento para atender y servir (y eso que éramos los únicos en el restaurante), no nos dieron factura porque se dañó el sistema y no nos solucionaron el inconveniente. Lastima que comida y ambiente tan rico se vea opacado por eso.