Muy linda sorpresa descubrir este sitio luego de atravesar una puerta pequeña casi imperceptible y subir unas escaleras que llevan a una exposición de arte moderno y muy interesante. El sitio tiene buena decoración y muy buena música en vivo, la comida es creativa, deliciosa y las porciones son generosas. Los precios tanto de la comida como de los tragos están bien y se corresponden con la calidad de la experiencia. En conclusión: me encanto!