Que delicia de comida peruana en Medellin, muy bien preparada muy bien presentada, me quedsron ganas de volver. Ese restaurante esta a nivel de muchos restaurantes internacionales, intentan presentarlo como elegante pero el ambiente es un poco informal por las mesas. El servicio es atento y te hacen sentir muy bien lo único es que es demasiado lento. Pedí limón para mi cazuela y nunca llegó, otras cosas que pedí se demoraron eternidades en traerlas y esperamos por los platos fuertes más de media hora sin embargo valió la pena la espera!