Fue necesario volver a comentar, porque en esta oportunidad nos fue todavía mejor! La carta es tan variada que decidimos repetir para celebrar una ocasión especial, y pedimos parrillada de mariscos y tacu tacu con mariscos, luego de una entrada de anticuchos de pulpo a la parrilla con chimichurri y papa que estaba sencillamente increíble ....la parrillada es absolutamente deliciosa y muy abundante, casi para dos, y el tacu tacu tenía un sabor como a leche con algo que no se describir y frijoles. Esa combinación que puede parecer rara, término siendo deliciosa, y abundante tsmbien, por lo que nos tocó empacar para llevar ya que no podíamos irnos sin probar el volcán de chocolate y las fresas borrachas que no pudimos probar la primera vez. Ambos deliciosos pero quizás un poco elevado el precio . En resumen, una experiencia más agradable que la anterior, y que confirma el tesoro escondido que es este restaurante