La peor experiencia de mi vida en cuanto a restaurantes. Pésimo servicio, excesivamente demorado en todo, para la toma del servicio, para traer la comida y eso que ya llega helada; platos de muy mala calidad, precios no proporcionales para lo malo que se come allá. Y ni que decir de la invasión de moscos que pican como si fueran vampiros. Para no volver jamás. Para no recomendar. Es un desastre.